El 22 de noviembre de 1986, un joven de 20 años se presentó en el Hilton de Las Vegas
con un objetivo en mente: "vengar" a Muhammad Ali, quien había caído cuatro años antes contra Trevor Berbick, en su última pelea profesional.
Apenas 5 minutos y 35 segundos duró aquella pelea. Menos de dos rounds tardó Mike Tyson en ser campeón mundial, tras noquear al jamaiquino. Con 20 años 4 meses y 21 días, daba inicio a una nueva era en el boxeo.
"Iron Mike", como lo apodaban, llegaba al combate invicto y con 25 de 27 peleas ganadas por nocaut. El entrenador Cus D'Amato había transformado al niño del gueto en una máquina de boxear.
El experimentado Berbick, de 32 años, estrenaba su título de campeón después de haberlo conseguido ocho meses antes, al vencer a Pinklon Thomas.
Lo primero que hizo el joven Tyson, una vez que el árbitro Mills Lane marcó el inicio del combate, fue conectarle un derechazo en la cabeza.