El equipo de Fernando Batista resolvió en tres minutos, en el comienzo del segundo tiempo, un partido que se le había presentado cuesta arriba en la primera etapa. Sufrió luego con el descuento colombiano, y posteriormente con la expulsión de Agustín Urzi, pero supo cómo mantener la ventaja a su favor y finalmente alcanzar sus objetivos.
Después de diez minutos iniciales intensos en el estadio Alfonso López de Bucaramanga, Argentina pareció perder la brújula y dejó crecer al equipo local, de la mano del crédito de River Jorge Carrascal.
Pero a Colombia le faltó pimienta en los metros finales y no aprovechó su pasaje favorable en el partido (el árbitro no sancionó un penal a favor por una mano de Claudio Bravo). Y esa deficiencia, ante un equipo entonado como el argentino, que había ganado todos sus partidos en este torneo, lo pagó demasiado caro.
Un terrible zurdazo de media distancia de Urzi, a los 4 minutos, comenzó a encender la ilusión de cumplir todos los objetivos antes de disputar este domingo el clásico con Brasil, en la última fecha del cuadrangular final del Preolímpico.
Argentina creció, aferrado a la confianza que le dio esa conquista que nació en una recuperación alta de Bravo. Y le dio a Colombia un nuevo golpe a los 7, con un cabezazo limpio de Nehuén Pérez que significó el 2-0.
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