El canciller Felipe Solá confirmó este jueves que India no cumplirá con el envío de 580 mil vacunas contra el coronavirus fabricadas por Covishield al que se había comprometido informalmente meses atrás en diálogo con autoridades argentinas.
“India tuvo un crecimiento espectacular de los contagios y retuvo todas las vacunas producidas. El embajador vino a explicarme eso. Me dijo que tienen un stock impresionante, pero que lo necesitan para darle un fuerte impulso a la campaña de vacunación local”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores en un reportaje concedido a El Destape radio.
En efecto, la pandemia de COVID-19 en el país asiático, donde se están registrando cifras récord de más de 370.000 casos diarios (más de un tercio del total global), es “desgarradora”, señaló ayer Tedros Adhanom Ghebreyesus, el máximo responsable de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en una rueda de prensa para pedir ayuda al país asiático donde viven 1.300 millones de personas.
“La vacuna que viene de India es la Covishield, que es la misma fabricada por AstraZeneca. Es otra marca, pero la tecnología es la misma. No tendría que haber inconvenientes en aplicar la segunda dosis”, sostuvo consultado por este medio el médico Lautaro de Vedia.
El médico y jefe del Servicio de Infectología Infantil, Enrique Casanueva, coincidió: “No conozco ningún trabajo publicado de intercambiabilidad, pero si uno se basa en otras vacunas como las de hepatitis, teóricamente podría funcionar, especialmente con vacunas con plataformas similares”.
El problema que emerge para esta solución es que AstraZeneca también ha mostrado dificultades en cumplir con sus compromisos con el gobierno argentino. De hecho, el laboratorio emitió recientemente un comunicado para responder al malestar de algunas autoridades.