Orán arde desde hace meses:
Una ciudad que tiene una rica historia en sus orígenes, en donde en sus primeros años, era una ciudad en crecimiento y pujante, con un gran desarrollo.
Esta riqueza también está marcada por la fertilidad de su suelo en donde los abuelos decían tiras algo en el suelo y crece, así era la mirada de nuestros ancestros sobre esta tierra rica.
Otra riqueza de Orán es el crisol de razas que la formaron y aun hoy la forman en donde la solidaridad de sus habitantes es el punto más destacado.

También su cielo es rico ya que contiene una diversidad de aves casi únicos en el pais, con helechos prehistóricos, con aguas cristalinas en los cerros y con bosque nativo que albergaron en un tiempo atras al famoso osos de anteojos que algunos llamaron ucumar.

En estos cerros habitan comunidades que pertenecen a tinkunaku territorio de la Comunidad Indígena Pueblo Kolla Tinkunaku.
Hoy este territorio se quema, son miles de hectáreas que se queman, dañando la salud de los pobladores de Orán y de todo el departamento, porque esa nube que es humo cubre el cielo y es tan espesa que el sol es anaranjado y el día es gris desde que amanece hasta que anochece.
Así se vive desde hace unos meses en todo el departamento, con dolores de garganta, con falta de aire, con mucosas secas e irritadas, con ojos irritados, así, con una sensación de ahogamiento.

Y el bosque nativo que supo cuidar y alimentar a Orán se está quemando.
Que quedara cuando el fuego se extinga?
Quizás solo la desolación de ver la muerte en las plantas y animales que no pudieron huir.
El daño no solo es a los humanos, sino también, al único hogar que tenemos en este universo.
El clima cambio mucho en estos años en la Ciudad, las tormentas son más intensas y causan más daño a la ciudad, los vientos son más fuertes que se llevan todo a su paso y el calor es bravo casi como siempre.

Quizás atrás de estos incendios haya una intención oscura que algunos llaman progreso.
Pero creer que el progreso es terminar con nuestra flora y fauna, pues no parece ser progreso, sino un retroceso hacia la erradicación de la riqueza que supo acompañar a nuestros abuelos o bis abuelos.
Pero como en la vida el equilibrio debe estar, aquí aparecen los que dan la vida por apagar un árbol en llamas, los que corren para salvar a un animal salvaje que huye, pues de seguro saben que en su acción quizás detengan un ratico, el avance de la devastación.
Pues solo hay que decir gracias a aquellos que luchan en todo el planeta por salvar la flora y la fauna, la naturaleza en fin, que es el pulmón de aire que respiramos.
Gracias por venir a ayudar con esta devastación que quizás la generamos en la absoluta ignorancia de no saber el daño que nos causamos.

Agradecimiento a 

https://www.greenpeace.org/argentina/     por el material fotografico.

Agradecimiento al fotografo de Orán (ale espeche) que realizo este material para https://www.greenpeace.org/argentina/ 

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