A veces no hay nada que pueda torcer el destino de los acontecimientos. Lo saben los tres hombres que durante el domingo viajaban por un campo bonaerense a bordo de una camioneta blanca con 378 kilos de cocaína encima y creyeron que habían zafado de la Policía tras esquivar los controles. Pero un problema inesperado los traicionó y propició el descubrimiento de la droga.
Ya internados en la oscuridad de la pampa húmeda un ruido en el motor de la Fiat Toro sobre la que viajaban los tres detenidos complicó el último tramo del plan de tráfico de la droga. La camioneta se frenó, no arrancó más y alguien alertó a la Policía, que ya los venía buscando. Los tres hombres salieron corriendo y, como si se tratara de una película de Olmedo y Porcel, fueron perseguidos por agentes bonaerenses a bordo de un tractor, quienes finalmente los atraparon.
Así se destapó la historia de "Bandera blanca", el descubrimiento de 356 paquetes de cocaína -378,080 kilos- en esta camioneta metida en un campo de la localidad de Las Flores, a 200 kilómetros de Capital, por el Comando de Patrullas Rural de la Bonaerense.
Un hombre del campo alertó a la patrulla y cuando esta llegó, dos hombres argentinos (uno con domicilio en Capital Federal y el otro en Salta) y uno boliviano estaban escapando. Por eso los agentes se subieron a un tractor y lograron atraparlos no muy lejos de la camioneta, cargada con cocaína presumiblemente traída de Bolivia y escondida en un galpón.
La Policía también incautó $10.000 y 1.000 dólares en efectivo. Los paquetes de esta droga estaban marcados con dos sellos, típicos de los clanes narco; uno con un reloj pulsera y el otro con las letras "HD", lo que normalmente indica su procedencia o su destino.
La camioneta además tenía una bandera blanca, que no era para pedir una tregua en la guerra narco. Se sospecha que se usó para marcarle a la avioneta dónde lanzar los paquetes.