La fábrica de la tradicional golosina “Mielcitas” y de los alfajores “Loquillo” cerró sus puertas debido a la caída de ventas por la crisis económica y a un fuerte endeudamiento, por lo que unos 150 trabajadores se quedaron sin empleo.
La fábrica estaba ubicada en la localidad de Rafael Castillo, en el partido bonaerense de La Matanza. “La mayoría de los empleados que trabajaban allí eran mujeres, todos sostenes de familias”, dijo José Luis Ledesma, delegado de la comisión interna gremial.